ECONOMIA ANESTESIADA | MANUEL DEL CASTILLO | DIRECTOR GENERAL CAJASIETE | ALUMNI PADE


Gobiernos y ciudadanos son cada vez más conscientes del impacto de la COVID-19 y del reto que supondrá volver a la normalidad
. Las perspectivas económicas así lo confirman. La Comisión Europea publicó el pasado 6 de mayo sus previsiones de primavera, que anticipan una caída del PIB de la Unión Europea del 7,7%. Los países del sur acusarán un mayor impacto y se recuperarán más lentamente, al ser más dependientes del turismo y presentar una estructura empresarial más atomizada. Estos países, además, son los que presentan una posición fiscal más vulnerable y, por tanto, menor capacidad de endeudamiento para llevar a cabo políticas de estímulo. 

En el caso de España, la Comisión prevé una caída del PIB del 9,4% y una recuperación del 7% en 2021, en ambos casos, dos décimas por encima de lo que anticipa el Ejecutivo. La tasa de desempleo rozaría el 19% en 2020 y bajaría al 17% en 2021, mientras que el déficit se dispararía este año al 10,1% y se quedaría en el 6,7% el año próximo.

La economía está anestesiada, por el tema de los ERTE´S, la moratoria y los créditos con el aval del Estado.Como todas las anestesias aguantan y dan un tiempo para buscar soluciones a esta economia en crisis.

La situación actual es de gran incertidunbre, que va a perdurar hasta la existencia de una vacuna o medicamento que mitige los efectos de la enfermedad.

Las principales consecuencias de la incertidumbre en el camino de la recuperación es, por un lado, la alta volatilidad en los mercados y cierta parálisis en la toma de decisiones empresariales.

La solución es que se restablezca el pulso económico y la confianza, para que las empresas y  las familias, aunque más endeudadas, sigan con capacidad de tracción para mirar hacia adelante.

Tenemos un sistema financiero solvente y con una gran capacidad de adaptación, que permite que sean parte de la solución para reactivar la economia y los mercados.


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