MARKETING DE CONTENIDOS ¿POR QUÉ MOLESTARSE? | PROF. JOAQUÍN RAMOS | IEEM
Empresas como Tesla están contratando periodistas de renombre para ocupar
el puesto de Chief Content Officer, un cargo que
diez años atrás no existía en las organizaciones. Red Bull invierte unos dos
billones de dólares por año en la generación de contenidos audiovisuales. ¿Será
el content marketing la solución para volver a
conectar con los consumidores desconfiados?
Un 80 % de las sesiones online desde
una computadora empiezan con una búsqueda. El 82 % de las personas busca
información en Internet antes de comprar. A su vez, más del 40 % de los
usuarios bloquea los anuncios y un 84 % de quienes tienen entre 25 y 34 años
abandonan las páginas por tener publicidad intrusiva.
Según investigaciones del Content Marketing Institute,
el 72 % de las personas prefiere aprender sobre una empresa o producto a través
de un artículo, en lugar de con un anuncio. El New York
Times confiesa que la publicidad nativa (inn content) se desempeña igual que los artículos de
sus redactores. Un 62 % de los usuarios expresa que decidió una compra por las
buenas reseñas de una empresa o sus productos.
Estos datos señalan cambios muy grandes en el comportamiento del
consumidor. Accede a más información, compara precios, ofertas, condiciones,
desconfía de la publicidad tradicional y escucha atentamente lo que otros
usuarios comentan de su experiencia con marcas, productos y servicios, y
también publica posteos para expresar su opinión. Este es el “prosumer” (produce contenido, consume productos) que
acuñó Dushinka Karani.
Esto genera que el proceso de decisión de compra ya no sea lineal. Hay
mucha evidencia que concluye que el funnel es
circular, lo que lleva a que el consumidor reevalúe y vuelva sobre sus pasos
con más datos para tomar la mejor decisión posible antes de inclinarse por una
marca.
En este nuevo escenario,
las empresas deben encontrar mejores formas de acercar su propuesta única de
valor a su cliente seleccionado. El gran desafío es atraer nueva demanda y
mantenerse relevante y atractivo para el público objetivo, para que este tome
una decisión que favorezca el negocio.
Y en esta madeja se
debe considerar la oferta (el qué), pero, sobre todo, el por qué y el cómo. En
palabras de Sunil Gupta, es tiempo de reconectar con los consumidores.
UN CAMINO CONOCIDO, QUE VALE LA PENA TOMAR
El marketing de contenidos o content marketing puede
definirse como el proceso estratégico por el cual una empresa crea y distribuye
contenido para atraer y comprometer (engage) a una
audiencia específica, con el fin de influirlos para que sigan un curso de
acción que sea deseable y rentable para su negocio.
Esto combina la
identificación de objetivos comerciales, la selección de un público objetivo (o
varios), el tipo y formato de contenidos, los canales por los cuales serán
distribuidos, y, por sobre todo, cuál es la propuesta única de valor, es decir,
¿por qué tu contenido será mejor o distinto que el de tus competidores? ¿Por
qué alguien destinará parte de su valioso tiempo a escucharte?
Si bien hay evidencia de que Benjamin Franklin inició esta herramienta hace
300 años, el término content marketing se
acuñó en 1996, y despegó en 2002 de la mano de BMW y su serie de cortos
protagonizados por el actor Clive Owen. La marca alemana contrató a reconocidos
directores de Hollywood, que crearon una historia distinta con dos elementos
centrales: el auto y el actor. La campaña generó críticas favorables y
significó el comienzo de un nuevo fenómeno que se ha convertido en una
obligación para las empresas en todos los sectores y mercados.
En este maremágnum de información que navegan los usuarios, cada vez más
desconfiados de la publicidad, la clave radica en cumplir la premisa que
expresó Craig Davis, antiguo Chief Creative Officer de
J. Walter Thompson: “Tenemos que dejar de interrumpir lo que le interesa a la
gente y ser lo que le interesa a la gente”.
¿PERO VALE LA PENA?
En primer lugar, a Google le gusta el buen contenido. Y mucho. Todos los
esfuerzos del marketing de entrada y del content marketing se
enfocan en lograr una buena posición en la primera página de resultados de
Google. El llamado “triángulo dorado” es la ubicación preciada por las
empresas. El usuario ya no está dispuesto a pasar a la segunda hoja de
resultados, de ahí el dicho de que el mejor lugar para esconder un cadáver es
la segunda página de resultados de Google.
En una entrevista al antiguo Head of Webspam del
gigante de Silicon Valley, Matt Cutts, este respondió que la mejor manera de
ocupar un lugar privilegiado en el ránking es simple: escribir gran contenido.
¿Por qué importa la opinión de Google? Algunos estudios demostraron que este
buscador envía 10 veces más tráfico a los sitios web que Facebook. Google se ha convertido en el
guardián que custodia la puerta de entrada a Internet. Esto provoca que las
compañías más grandes del mundo estén contratando periodistas de renombre para
gestionar la gestión y creación de contenidos.
“Caerle bien a Google” genera mayor reputación y autoridad del sitio entre
los buscadores y provoca que sea más sencillo ser encontrado, lo que aumenta el
tráfico hacia la página web de la
empresa y, de acuerdo con numerosas investigaciones, también incrementa el
tiempo de permanencia de los usuarios.
En segundo lugar, el content marketing ayuda
a generar más ventas. Como publicamos en “Un tema de confianza” (Hacer Empresa, n.o 109, octubre 2020), el marketing
de contenidos está presente a lo largo y ancho del funnel, en las etapas de conocimiento (descubro que
tengo un problema), interés (busco información para resolver ese problema) y
acción (decido luego de comparar la oferta).
La empresa puede estar presente en ese proceso de decisión de compra,
entrando en contacto con el usuario en cada etapa, pero también puede generar
conversación con y entre otros usuarios, para que estos ayuden a que el cliente
seleccionado se decida por nuestro producto o servicio. El content marketing permite controlar la
conversación.
Tercero, el 72 % de las personas prefiere aprender sobre una empresa o
producto a través de un artículo, que mediante un anuncio publicitario. Por
eso, si se implementa una estrategia de content marketing,
el usuario lo va a agradecer. Es mucho menos molesto que los anuncios
tradicionales, y, bien redactados, hasta pueden ser entretenidos. Luego de
mucho ensayo y error se ha concluido que la duración óptima de los videos es de
27 segundos y la extensión de los textos de alrededor de 1000 palabras.
En cuarto lugar (y no último), si el prospect llega
más informado y un paso más decidido a efectuar la compra, le simplificás la
vida a los vendedores, que sonreirán agradecidos. La fuerza de ventas es el
corazón de las empresas, sobre todo cuando se trata de vender servicios, y, si
están motivados y contentos, trabajarán más y mejor.
Recordemos que “todo empieza por una búsqueda”. Y si todo empieza por una
búsqueda, debemos preguntarnos, ¿soy parte de la respuesta? El marketing de
contenidos ayuda a anticipar los puntos de dolor (pain points) del
cliente.
Ya en 1960 Theodore Levitt sugirió que las empresas no se definen por el producto
o servicio que ofrecen, si no por el beneficio o valor que crean para su
público objetivo. El valor se crea satisfaciendo necesidades y el content marketing apunta a involucrar al
consumidor en una conversación en la que procuramos informarlo y seducirlo para
que nos elija por encima de nuestros competidores.
Fuente: Revista Hacer Empresa, IEEM
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