ELEGIR EL FUTURO | MARIO GIL | CEO GRUPO EL CHURRASCO Y CAFÉ REGINA



Nadie sabe cómo saldremos de esta, pero no podemos evitar imaginar alternativas. Imaginar es uno de los elementos más identitarios de nuestra especie. Estamos diseñados para ser felices y ser optimistas. La genética configura nuestra manera de enfrentarnos a la realidad, y nos ayuda a influir sobre ella de manera activa. Quietos no nos vamos a quedar.

Tenemos que resolver si adoptamos una actitud optimista o no, de la resolución de ese dilema, entre otro factores, partirá el diseño del futuro.

Hay que encarar el futuro con esperanza, que implica creer en el futuro, sin dejar de vivir el presente, que tiene la suficiente credibilidad para convertirse en un punto de apoyo fiable. Esto implica que el optimismo se basa en la confianza. 


Son momentos de readaptarnos para concebir la realidad de una manera distinta y tomar decisiones de la forma adecuada. La mejor manera de predecir el futuro es crearlo. 


Hay que tomar conciencia de nuestra actitud ante la crisis. Si somos optimistas, seremos capaces de provocar cambios estructurales que modifiquen la realidad.


No hay duda que el futuro será mejor, aunque tengamos por delante enormes retos y desafíos, pero será aún mejor, si lo llenamos de personas con esperanza y optimistas.



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